El informe secreto revelado por la Unidad de Investigación de BioBioChile señala que el fallecimiento de Tomás Bravo no fue causado por hipotermia, como se había afirmado en la primera autopsia del Servicio Médico Legal, sino que la asfixia es la causa más probable de su muerte.
La perito forense Vivian Bustos Baquerizo, quien hizo el informe, estima que la muerte del niño de 3 años ocurrió el mismo día de su desaparición, el 17 de febrero de 2021.
Además, el informe indica que el cuerpo del niño fue trasladado en al menos dos ocasiones por un adulto conocido del territorio y capaz de desplazarse en él sin ser detectado.
El sospechoso no es identificado en el informe, pero se describe como una persona adulta que usó el calzado Albano en su paso por el sector de La Cascada y otro calzado similar a la marca Krosso en otro momento durante la investigación.
La perito sugiere que este sujeto pudo haber acercado a Tomás en varias ocasiones, incluso en días diferentes.