El Presidente Gabriel Boric encabezó una ceremonia en el frontis del Palacio de La Moneda, donde el Gobierno entregó 25 vehículos nuevos, incluyendo furgones y camionetas, a Gendarmería.
Este acto se produce en medio de la controversia desatada por la aprobación de la compra de 22 automóviles de lujo para la Corte Suprema, con un costo total que supera los $1.200 millones.
El mandatario destacó que esta adquisición permitirá a los funcionarios cumplir sus labores “de manera austera y segura”. Estas declaraciones surgen en un contexto donde se cuestiona el gasto público, especialmente frente a la compra de vehículos de alta gama por parte de otras instituciones del Estado.
Boric explicó que la inversión en los vehículos de Gendarmería tiene como objetivo mejorar y fortalecer la labor de la institución a lo largo del país, respondiendo a las expectativas de la ciudadanía en términos de seguridad pública. Aseguró que es fundamental proporcionar los recursos necesarios para que quienes resguardan la seguridad puedan cumplir su misión de manera efectiva.
En cuanto a las características técnicas de los nuevos vehículos, se informó que los furgones están equipados con un sistema avanzado de cámaras de monitoreo con visión infrarroja, así como con sistemas de protección contra golpes, garantizando el éxito de las misiones encomendadas a Gendarmería.
La renovación del parque automotriz de la institución contempla siete furgones para el traslado de internos, 16 vehículos tipo station wagon y una camioneta para el traslado del personal, representando una inversión de más de $1.148 millones.
Cada furgón está diseñado con dos celdas y sistemas de cámaras de monitoreo en circuito cerrado de televisión con imagen diurna/nocturna y visión infrarroja, además de contar con protección contra golpes IK10. Esta inversión busca no solo modernizar el equipamiento de Gendarmería, sino también mejorar las condiciones de trabajo de sus funcionarios en el cumplimiento de sus funciones de resguardo y seguridad pública.