La comunidad de Rancagua se reunió hoy para despedir al cabo Daniel Palma Yáñez, de 33 años, quien tuvo después de recibir dos disparos en la cabeza durante una fiscalización en el centro de Santiago.
La multitudinaria despedida incluyó una misa en la catedral de Rancagua, donde se entonó el himno nacional y se expresó apoyo a la policía uniformada.
El incidente tuvo lugar el miércoles por la noche cuando el cabo Palma intentó fiscalizar un automóvil en el sector del Teatro Caupolicán. Los ocupantes del vehículo dispararon dos veces contra el oficial sin previo aviso, causándole heridas graves que lo llevaron a ser trasladado de urgencia a la ex-Posta Central. Tras varias horas de luchar por su vida, finalmente pasaron en las primeras horas del jueves.
El cabo Palma, oriundo de Rancagua y con nueve años de servicio en la institución, estaba casado y tenía un hijo de cuatro años y un bebé en camino. Su muerte lo convierte en el mártir número 1.233 de Carabineros, lo que ha generado gran consternación y dolor en la comunidad policial y en la sociedad en general.
El cuerpo del cabo Palma será llevado al cementerio Nro. 2 de la ciudad en una ceremonia que se realizará después del mediodía. La investigación del caso continúa y se espera que los responsables del asesinato sean capturados y llevados ante la justicia.